domingo, 4 de noviembre de 2012

CALIDAD DE VIDA

El hombre como un ser individual y social, tanto como la vida humana misma, es un proyecto inacabado y se presenta como esencialmente necesitado en el orden físico, biológico, psicológico, familiar, social y ambiental. Su realización como proyecto requiere de una multitud de satisfactores y derechos humanos social e históricamente determinados.

Los orígenes del derecho a la salud se remontan a la antigüedad y los primeros registros se inician en el siglo XVI, sin embargo, dos siglos mas tarde, el estado inicia el control sanitario de las comunidades (la policía médica). En Alemania se desarrollan complejos sistemas de medición de la salud de las poblaciones. En Inglaterra, en 1875, Chadwick propone y recibe la aprobación de la Ley de la Salud Pública. Luego Bismark, en Alemania, impone el Seguro Social Obligatorio (1880) y Beveridge, en Inglaterra, la Seguridad Social.

La compatibilización de los modelos estructurales, sugeridos por Donabedian en 1973, con los modelos epiden-dológicos propuestos por Blum en 1974, constituyen desafíos que se requieren vencer a través de diferentes perspectivas y formas o mecanismos de financiamiento. De acuerdo al modelo de Blum, los gastos en salud, deberían tener los siguientes porcen-tajes: en estilo de vida 43%, en herencia 27%, en medio ambiente 19% y en servicios de salud 11 %. La OPS señala que tan solo para poner en funcionamiento los 13 000 hospitales de la región (América Latina y el Caribe), se calculan necesidades mayores de 100 mi millones de dólares anuales, sin considerar otros elementos.

Se ha logrado ya un gran avance en la reconceptualización de la salud y la enfermedad, con siderándolas como un proceso, y en el reconocimiento de que tanto el tipo de enfermedades como su posibilidad de prevención y recuperación dependen, fundamentalmente, del acceso de la población a satisfacer las necesidades básicas de alimentación, vivienda educación, trabajo e ingreso, siendo estos dos últimos grandes determinantes de los demás, tanto esenciales como secundarias y superfluas.

El derecho a la salud se traduce en el aumento o la prolongación de la vida, en la disminución de las alteraciones del equilibrio fisiológico, en la reducción de los malestares, en la limitación de las incapacidades, en el mayor bienestar, en el equilibrio y satisfacción con el medio ambiente y, por último, en el aumento de la capacidad de reserva individual hacia las enfermedades, a un costo compatible, con las posibilidades de la comunidad.

En 1974, Blum consideraba cuatro factores fundamentales para lograr estos derechos: estilo de vida con el control de las drogas sociales e ilegales, deporte y esparcimiento, así como hábitos nutricionales saludables; herencia con énfasis en la investigación para el seguimiento genético humano y control genético de las enfermedades; control ambiental a través de medidas limitantes de la contaminación química o tóxica de las poblaciones; y sistema de salud eficiente, eficaz y equitativo.

Donabedian al clasificar la atención médica en tres modelos, nos señala en su último modelo que éste se debe orientar a la comunidad caracterizado por la representación política de las aspiraciones sociales, el respeto a los valores culturales locales, la buena coordinación interinstitucional, la articulación intersectorial en áreas como la vivienda, el saneamiento, el transporte, la producción de alimentos y la educación en la salud.

Este modelo requiere que el estado sea sólo un intermediario y es la comunidad la que debe manejar el reconocimiento de las necesidades de salud y mantener las condiciones de salud adecuadas para ella, respetándose su visión tradicional de salud y su aproximación hacia la enfermedad (llámese medicina tradicional).

Es muy complejo definir el grado mínimo en que estas necesidades deben ser satisfechas y la razón depende de varios hechos: a) las necesidades son tanto cualitativas como cuantitativas, algunas de ellas es posible medirlas directamente, pero en su mayoría no así como a sus satisfactores, sólo pueden establecerse algunos indicadores de carácter indirecto y muchas veces como un ensayo-error para la validación teórico-metodológica de técnicas propuestas; b) las necesidades, aún las básicas, varían de humano a humano, dentro de ciertos límites por lo que no es posible dar validez en acta a los indicadores que aprecian su satisfacción y c) las necesidades varían histórica y culturalmente, de manera que lo que hoy en determinada cultura se considera básicamente necesario puede no haberlo sido en otra época o no serlo hoy en otro ambiente cultural.

Definiciones y Conceptos Básicos.

Prescindiendo de las limitaciones de carácter social que tiene la definición de salud de la OMS, puede afirmarse que es correcto considerar al proceso salud-enfermedad como resultante de un conjunto de factores o necesidades no satisfechas y algunas veces no percibidas, los cuales reflejan, en términos generales, las condiciones de vida de la población dependiendo en última instancia de la estructura económica y de la organización social del país.

Para aproximarnos al tema de calidad de vida debemos hacer algunas definiciones como calidad y satisfacción de vida, salud proceso salud-enfermedad, necesidades de salud y sistema de salud.

La calidad de vida incluye el grado de adecuación del individuo a su entorno, principalmente al entorno físico (condiciones de vida como se mencionó anteriormente), y a la opinión que éste tiene respecto al mismo.



La satisfacción de vida se refiere a la evaluación subjetiva de la condición de un individuo, comparada con algún estándar externo de referencia o bien con sus propias expectativas.

La salud-enfermedad es el equivalente a la vida del ser humano en todos sus aspectos, siendo preciso el concepto de ser un proceso continuo de salud-enfermedad que en el lado positivo debería dar un sujeto bien integrado en su estructura física como en su fisiología y funciones sociológicas. Este proceso adapta y mantiene en equilibrio al individuo tanto con el medio físico como al social .

En el concepto de "necesidades de salud", luego de haber definido las necesidades básicas o condiciones de vida, la determinación de las condiciones de salud no tienen una finalidad en sí, sino que cobra sentido si, enmarca ya sea en un estudio científico en el que se analicen sus factores determinantes y/o consecuencias, o bien con fines de planeación, programación y eva-luación de la respuesta social organizada ante las necesidades de salud de una población, esta última afirmación se basa en la definición de "necesidades" de Donabedian como una condición de salud que requiere ser atendida . Lo anterior implica que las necesidades se puedan medir ya sea en términos de salud o bien de equivalentes de servicio , existiendo necesidades que pueden ser atendidas sin acudir a los servicios.

Bradshaw en su análisis del concepto de necesidad social, lo define en cuatro formas:

1) necesidad normativa: es aquella definida por los expertos y que resulta al comparar una situación deseable con una real de una persona. Es el resultado de un juicio de valor;

2) necesidad sentida: es la necesidad de un servicio cuando la gente así lo percibe; no refleja la necesidad real ya que está limitada por las percepciones individuales;

3) necesidad expresada o demanda: es una necesidad sentida traducida en una acción concreta. Sin embargo, no toda necesidad percibida se traduce en demanda y puede ser satisfecha a través de la utilización de servicios o no;

4) necesidad comparativa: resulta del análisis de las características de personas que reciben servicios y de la identificación de personas con las mismas características pero que no reciben servicios, las cuales por definición están necesitadas.

Alderson clasifica las necesidades de salud en: necesidades percibidas que son condiciones identificadas como anormales por el individuo o su familia, a partir de lo cual se derivan acciones. Necesidades no manifiestas, que son condiciones no reconocidas por el individuo o sus familiares, pero que pueden ser identificadas por los expertos, la demanda de servicios no satisfecha, es una necesidad expresada por el individuo pero no atendida, debido a problemas tales como la disponibilidad o la accesibilidad de los servicios; y la demanda satisfecha que son condiciones identificadas y atendidas por el sistema de salud.

Sistema de Salud se puede definir como un conjunto de elementos que se encuentran relacionados entre sí, que mantienen una dinámica interna, una estrecha relación con su entorno y cuyo objetivo fundamental es promover, prevenir, curar y/o rehabilitar el buen equilibrio dentro del continuo salud-enfermedad.

Como se podrá observar, a través de los siglos el hombre ha elaborado diferentes aproximaciones conceptuales sobre la salud y la enfermedad, acordes con el nivel científico y tecnológico alcanzado y con la forma de organización social predominante en cada época y cultura. En el Cuadro 1 (tomado de Arredondo A, 1991) se observan, en forma resumida, los diferentes modelos así como sus hipótesis, variables, ventajas, desventajas, época y representantes.

En dicho cuadro, se puede observar que el hecho de que cada modelo presente hipótesis y variables de análisis diferentes, de alguna manera es indicativo tanto de la falta de consenso entre ellos, como de la gran dificultad que enfrenta el desarrollo de propuestas teórico-metodológicas que permitan analizar los determinantes y condicionantes, del proceso salud-enfermedad.

Por otra parte, es interesante reconocer, pues las limitaciones teóricas y epistemológicas del componente del modelo médico hegemónico subsidiario del conocimiento científico alcanzado por la medicina, en la medida que la sacralización de éste se esgrime como argumento de autoridad en su discurso.

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